sábado, 30 de mayo de 2009
DE LA VIARDOT A LA MALIBRÁN
Quién lo diría pero Sevilla fue cuna de divas líricas, de voces que llenaron los grandes teatros europeos y cambiaron la historia del bel canto. Fueron dos hermanas que hoy forman parte del altar de los mitos operísticos: Pauline Viardot-García y María Malibrán.
La Viardot fue una gran cantante que además estudió piano con Meysenberg y Liszt, estudió composición con Reicha, llegó a ser la primera extranjera que cantó el repertorio italiano en Rusia, se enamoró de Turgénev y Chopin escribió para ella. Su leyenda continúa.
Sobre su hermana, María Malibrán, se ha escrito mucho –recientemente se ha publicado la novela María Malibrán. Pasión y muerte– y se hicieron películas –Sacha Guitry, Guido Brignone, Werner Schoeter o Michel Jakar–. La mezzosoprano Cecilia Bartoli ha recuperado el repertorio de la gran artista con discos, conciertos y hasta una exposición donde muestra recuerdos de la Malibrán reunidos durante años.
La Malibrán, con su voz de soprano sfogato, tiene historias en cada escenario europeo. Mítico fue su debut en la Ópera de París en Semiramide de Rossini. Y, aunque tenía como rivales a Giuditta Pasta, Rosmunda Pisaroni o Henriette Sontag, ella consiguió ser la gran diva de su tiempo.
Cuando cantaba estremecía a quien la oía y sus actuaciones seguían fuera de los teatros donde el público la seguía y esperaba a que ella saludara desde su balcón. Ocurrió en Nápoles con una multitud enfebrecida por su interpretación de Ninetta en La gazza ladra y que la siguió hasta su residencia en el Palazzo Barbaja en Nápoles. Y una escena similar sucedió después de su actuación en la Scala de Milán por su Norma de Bellini. Los espectadores continuaron vitoreándola hasta el Palazzo Visconti donde vivía. No menos impactante y teatral fue su entierro en Bruselas, así como los textos que le dedicaron sus coetáneos como Alfred de Musset.
En realidad, esta estirpe sevillana tiene su origen en un personaje excepcional, el cantante y compositor Manuel García (1775-1832), padre también de otra célebre figura en el mundo de la música, Manuel Vicente García, maestro de canto e inventor del laringoscopio.
Esta popular familia lírica tiene su origen en Sevilla, donde un niño con grandes dotes para el canto, Manuel del Pópulo Vicente Rodríguez –que su siglo conocería como Manuel García– comienza a dar clases en la Colegial del Salvador. Pronto Sevilla se le queda pequeña y el joven Manuel García se traslada a Cádiz, ciudad más moderna y cuna del liberalismo que serviría para ampliar la gran visión musical del artista.
Precisamente, Manuel García es el protagonista de la última semblanza dedicada a los compositores españoles de la Fundación March. Celsa Alonso, profesora titular de Música en la Universidad de Oviedo y una de las rescatadoras de la figura de García, es la autora de los apuntes biográficos y las claves de la obra del músico. Celsa Alonso asegura que su música se caracterizaba por asumir el legado mozartiano, el bel canto italiano, la ópera francesa, el pintoresquismo romántico, los estereotipos castizos y los exotismos coloniales.
En los últimos años, varios teatros han recuperado sus obras. Como no podía ser de otra forma, el Teatro de la Maestranza puso en escena su Don Chisciotte en 2006. Ha sido una de las pocas ocasiones en que su ciudad natal se ocupó de recuperar a otro más de sus olvidados hijos ilustres.
Pero continuemos con su novelesca biografía. Manuel García debutó en Madrid como cantante en 1798 y en 1805 estrenó su obra El poeta calculista siendo director del teatro de Los Caños del Peral.
Con su bagaje de artista sincrético que era capaz de aunar el el estilo galante aún de moda, la música de Haydn, la ópera cómica italiana y el lenguaje castizo de la tonadilla, se traslada con su amante Joaquina Briones –que sería la madre de la Malibrán, la Viardot y de Manuel Vicente– a París en 1807.
Ese París fascinado por lo español se rinde ante su polo (un tipo de canción de origen andaluz) Yo que soy contrabandista, que reflejaba el mito del bandolero andaluz y que inmortalizarían Victor Hugo, George Sand, Liszt o Schumann.
En Nápoles inició su gran amistad con Rossini y en Roma estrena con gran éxito El barbero de Sevilla en el papel de Almaviva. Había nacido la leyenda del tenor rossiniano.
García modernizó la opera bufa con influencias de la ópera cómica, en Londres fundó una Academia de Canto y publicó sus Exercises and method for singing, fue director del Park Theatre de Nueva York e introdujo la ópera italiana y de Mozart en los Estados Unidos y México. El día de su muerte escribieron que había desaparecido el «premier tenor de toutes les Espagnes».
Publicado en EL MUNDO de Andalucía el 30 de mayo de 2009
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3 comentarios:
Vaya que de tiempo Eva!!! jeje. Te vuelvo a animar a subir tus artículos a este blog, para que tus siempre fiele lecotres puedan gozar. Al menos, concedenos el enlace web. Porque el buscador de El Mundo digital no es muy preciso que digamos.
Por cierto, enhorabuena por tu colaboración en la Feria del Libro. Aunque tengo que confesar que sólo pude ir a la conferencia de Pinilla. Al menos te pus cara. Espero algún día conocerte de verdad, de compañera a compañero.
Bueno, pues te animo a progresar en la obra en la que intuyo que estarás trabajando, y que ya espero con expectación. Eres un espejo en el que se miran los nuevos periodistas culturales-escritores-sevillanos. Y confieso que disfruto pecando cuando escribo al copiar tu estilo.
La fuerza de la palabra, patria última..... dueña de la ucronía. Saludos.
Tus artículos son un oasis de cultura y lucidez (hablo también, por supuesto, de las columnas de opinión que, de paso te lo digo, ya están faltando en este blog) dentro de ese desierto de imbecilidad sectaria que es el periodismo... Eres, ya lo debes saber, una rara avis; una especie de quijotesca "Pac woman" que busca puntitos amarillos de cultura por un laberinto con paredes de papel virtual mientras te persiguen los cuatrocientos mil millones de fantasmitas cabrones de la estulticia: fútbol, álbumes repletos de carajotes tan llenos de apellidos y fatuidad como vacíos de cerebro, toros, seudocultura salida de la televisión, best sellers de anoréxicas mentales, instituciones públicas gobernadas por "Barbies concejalas" analfabetas y manipuladoras, etcétera, etcétera, etcétera... Lamentablemente, esta guerra no la puedes ganar.
¿Y...?
Que el "ángel de Mons" te ayude.
Recibe un afectuoso saludo de
Toru I.
Querido y fidelísimo Gunner:
Acabo de colgar uno de mis artículos, siguiendo tus consejos, porque además ha sido premiado. A ver si tengo más tiempo y consigo tener cierta regularidad. Qué lástima que no te acercaras en la conferencia de Pinilla, así nos habríamos conocido y te habría presentado al gran Pinilla, un excepcional escritor y mejor persona. Qué ilusión servir de referencia a los jóvenes periodistas culturales-escritores. Por cierto, acabamos de crear la Asociación José María Bernáldez de Periodistas Culturales de Andalucía y te animo a que formes parte. No son buenos tiempos para el periodismo y menos para el cultural, así que hay que hacer fuerza, presión y ánimos entre los pocos que somos.
Saludos
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