jueves, 9 de septiembre de 2010

JOAQUÍN SOLER SERRANO



EL PERIODISMO PERDIDO DE SOLER SERRANO


EL MARTES POR la noche yo huía de la televisión actual y me refugiaba –qué remedio– en los programas antiguos y ejemplares que se hacían antes. Veía la entrevista que Joaquín Soler Serrano le hizo a Rosa Chacel en el programa A fondo de TVE –emitido entre 1976 y 1981– en la que hablaban de la vida, los exilios, España y la literatura, ese tema que tan poco se frecuenta en la caja tonta de nuestros días. Al día siguiente, descubro que Soler Serrano, ese maestro de géneros que ya ni se practican porque serían demasiado eruditos, había muerto. Me estremece pensar que mientras yo lo veía admirada en aquella entrevista, él agonizaba en su casa de Barcelona.

Ahora, al ver la galería de entrevistados de A fondo descubro que es un programa ya sólo habitado por admirables espectros:Alberti amable pero reticente a la vuelta de su exilio a la patria madrastra, Dámaso Alonso recordando sus años de juventud, Cela con fabulosas anécdotas, Dalí snob y genial, entrañable Mujica Láinez, Cortázar personalísimo. Esta galería de la memoria literaria que TVE guarda en las honduras insondables de sus fondos documentales debería ser materia obligatoria en las escuelas. Con qué cordialidad, ternura y sabiduría hacía Soler Serrano aquellas entrevistas en las que los grandes escritores –esos autores que hemos conocido ya inmortalizados en mármol– contaban sus infancias, sus pasiones librescas, las tragedias de sus vidas, las historias de amistades traicionadas.

Cuando TVE cumplió 50 años pensé que rescatarían de sus archivos programas de lujo como A fondo. Sin embargo, debieron de pensar que los programas culturales o las grandes series históricas –cuán lejanas a esa exitosa y pueril Águila roja sobre un absurdo y anacrónico siglo XVII– son asunto de gente acomodada y decidieron venderlo en los quioscos. Nada de pensar en el servicio público. ¿Por qué no pasaron ese programa por La 2? ¿Por qué no lo hacen ahora como homenaje a Soler Serrano? Me temo que en TVE ya son pocos los que consultan los fondos documentales. No hay más que ver los telediarios llenos de redactores sin más horizonte que el presentismo, reporteros callejeros a los que no les importa el documento social sino el espectáculo. Esos telediarios que ya no cuentan con periodistas que tengan más de 50 años y donde la muerte de un grande apenas merece unos minutos de recuerdo.

Así que seguiré aprendiendo de las entrevistas magistrales de Soler Serrano en A fondo en una tele a la que no le asustaba dedicar una hora a las palabras de un escritor. Qué exotismo pensar en eso hoy.

Publicado en EL MUNDO de Andalucía el 9 de septiembre de 2010

2 comentarios:

Manuel dijo...

Señora Diaz, cuanto me ha alegrado leer su publicación. Creo que pensamos exactamente igual sobre la figura de este gran hombre. Ha muerto y apenas se ha sabido. Dios mío ¿hacia donde vamos?.
También yo, señora mía, veía en estos dias todas estas entrevistas con un goce especial en mi interior, lejos de pensar que se nos iba para siempre.

Un saludo, señora.

RAFAEL MÉRIDA dijo...

Magnífica exposición. Tiene toda la razón. Por desgracia la cultura está relegada en esta sociedad de las prisas y los excesos y es muy difícil encontrar algún oasis en el que se la trate como es debido porque por desgracia, las pocas veces que la cultura aparece en público, es cuando es utilizada por los políticos o los amantes del espectáculo que jamás entran en el fondo.